OCR significa “reconocimiento óptico de caracteres”. Esta tecnología permite al usuario convertir varios tipos de documentos en un formato digital en el que se pueden realizar búsquedas.
IDC (International Data Corporation) predice que, para el año 2025, los datos en todo el mundo superarán los 175 zettabytes. Sin embargo, si bien los datos son los principales impulsores de la transformación digital, más del 80 % de los datos empresariales está incorporado en formatos no estructurados. Contenido escrito a mano, documentos impresos, correos electrónicos, imágenes digitales y PDF son ejemplos de estos formatos. Estos documentos no se pueden compilar ni buscar sin que alguien los transfiera a un formato más estructurado, como archivos de texto.
Aquí es donde entra en juego el programa de OCR. El OCR automatiza el proceso de conversión de formatos no estructurados en texto legible por máquina y que se puede buscar. Por ejemplo, si alguna vez ha escaneado un recibo en su teléfono, ha utilizado esta tecnología. Para los negocios, esto acelera muchísimo la incorporación de datos de papel a formato digital.
La tecnología de OCR tiene numerosos usos. Al principio, puede sonar como algo simple, pero sus aplicaciones tienen un gran alcance. Desde uso individual hasta en empresas pequeñas y megacorporaciones gigantes, el reconocimiento óptico de caracteres tiene un lugar muy definido en el mundo digital actual.
El reconocimiento óptico de caracteres tiene un área muy específica en el mundo del software de automatización. La capacidad de usar el OCR como parte del flujo de trabajo de los negocios facilita cualquier proceso empresarial de la industria. Además, hay beneficios muy claros para cada nivel de negocios: